Cementerio de La Patriarcal. Año 1922. MADRID |
Pío Baroja comentaba en una crónica esta situación:
“Un larguero de mármol de una sepultura había ido a parar a una tienda de quesos; las letras de bronce de los nichos estaban en algunos escaparates de tiendas lujosas.”
En este sentido, también nos viene a la memoria la novela La Colmena de Camilo José Cela, donde se señala que:
Los terrenos que ocupó este cementerio, clausurado como los demás en 1884, eran utilizados por los niños de la posguerra para sus juegos, siendo conocido popularmente como “Campo de las Calaveras”, pues hasta después de la Guerra Civil se podían ver más allá de la calle Cea Bermúdez restos humanos y féretros destrozados procedentes, probablemente, del vaciado de la fosa común.
"en el Café de Doña Rosa muchos de los mármoles de los veladores han sido antes lápidas en los cementerios”.
Los terrenos que ocupó este cementerio, clausurado como los demás en 1884, eran utilizados por los niños de la posguerra para sus juegos, siendo conocido popularmente como “Campo de las Calaveras”, pues hasta después de la Guerra Civil se podían ver más allá de la calle Cea Bermúdez restos humanos y féretros destrozados procedentes, probablemente, del vaciado de la fosa común.
El uso lúdico de estos solares se señala, por ejemplo, en un artículo de ABC, publicado el 22 de Noviembre en 2007, del escritor y actor Fernando Fernán Gómez, quien relata un partido de fútbol entre chavales de Chamberí:
“…el partido no era de Liga ni de Copa. Y que no tuvo lugar en el campo de fútbol de Chamartín, el profesionalísimo y lujosisimo Estadio Bernabéu, ni en el algo más modesto de Vallehermoso, sino en el Campo de las Calaveras”Era un cementerio pequeño de un solo patio rodeado de nichos y en el que solo merece destacar el mausoleo a Manuel José Quintana, poeta, director de Semanario Patriótico y profesor de la Reina Isabel II, obra de Enrique Coello, levantado por suscripción popular.
Monumento a Quintana Cementerio de la Patriarcal. MADRID. |
Monumento a Quintana Cementerio de la Almudena -Necrópolis del Este- MADRID. Foto: Javier Jara |
Entre otros ilustres enterrados aquí estaban: Hilarión Eslava y Joaquín Gaztambide.
Cuando la Iglesia del Buen Suceso se derribó a mediados del siglo XIX, se trasladaron los cuerpos de los fusilados en la madrugada del 3 de mayo de 1808 y que descansaban en el patio de dicha iglesia.
En 1952 se inaugura, sobre el solar que ocupaba, el edificio del Parque Móvil Ministerio, que en la actualidad está ocupado por nuevas edificaciones de viviendas.